¿quién leerá esto después de tanta ausencia? calculo que nadie... pero escribo simplemente como quien intenta volver a establecer un contacto con el blog, a ver si adquiero un poco de continuidad y recupero a mis compañeros de este lado del mundo... a las que tanto extraño...
uno siempre que vuelve lo hace con una excusa... pues bien, yo la tengo... y vaya excusa... desafío a todo aquel que me diga que los viajes, que las ciudades extrañas no te cambian de alguna forma la vida... hablo por mí, por supuesto. uno siempre habla por uno... yo acá estoy, en madrid, terminando un doctorado que empecé en nueva york, tan lejos de buenos aires, a punto de casarme y algo mucho más importante, esperando un hijo o una hija, que será abril o será matías o será fermín... qué ansiedad...
la boda, después de meses y meses de negociación con el ayuntamiento, será en febrero, cerca del cumple de lau. la fiesta será para unos pocos amigos (eso es lo que tienen las ciudades extrañas... una lista reducida de amigos). la luna de miel -mini luna de miel- sería en roma (dejando la planificada grecia para un viaje sin panza)... y abril o matías o fermín nacerá en los alrededores de julio...
estamos, entonces, en la dulce espera... dulce para el padre, porque la madre ya empezó hace tiempo con las nauseas, el cansancio y los mareos... y sí, muy contentos, y un poco asustados, inevitablemente (porque hay otra cosa que tienen las ciudades extrañas... la sistemática ausencia de abuelas)...
no son pocas cosas para una entrada de blog después de tanto silencio. ah... en madrid llueve, como todo el invierno. pero a quién le importa la lluvia.